ALMA LARGA BARRICA 2018

Viticultura:
Situados los viñedos con más de 50 años de antigüedad en las laderas del río Sil, en Laderas de Pantón (Pombeiro) en una fuerte pendiente con orientación sur-suroeste, implantados en terrazas o bancales, trabajados de forma artesanal en “Viticultura Heroica” donde la única mecanización son los raíles para subir la uva.
Elaboración:
La uva se transporta rápidamente a bodega donde se clasifica en la mesa de selección, pasando a la prensa y permaneciendo 24 horas a baja temperatura para la caída de las lías gruesas, después se realiza la fermentación alcohólica a temperatura controlada (13-15º)
Envejecimiento:
En las barricas de segundo uso permanece el vino envejeciendo durante 4 meses.
Clima:
El clima es privilegiado ya que sobre estos viñedos se percibe la influencia atlántica y frentes mediterráneos, este encuentro de fuerzas de la naturaleza crea un clima continental que posee largos y calurosos veranos de altas temperaturas y otoños templados.
Suelos:
El suelo constituido con granito, pizarra y es ácido,  cultivado en bancales constituye el elemento definitorio del paisaje, este suelo favorece el drenaje, que junto con la exposición buscada del sol, hace de este paisaje y estas uvas algo único.
Propiedades:
Vol. Alc.: 13%
Descripción del vino:
A la vista presenta un color amarillo pajizo brillante.
En nariz nos llegan notas de fruta madura, con toques florales, cítricos y salinos.
En boca se muestra fresco, con buena acidez y un postgusto terminando a fruta.
Elaborador:
En la ladera del rio Sil donde los monjes alzaron el monasterio de San Vicente de Pombeiro en el siglo XII, se ubica Alma Das Donas.
Considerado uno de los rincones más emblemáticos de la Ribeira Sacra, encontrándose allí en un remanso de paz y sosiego idóneo para la elaboración de los vinos.
Existe una leyenda sobre este lugar que cuenta como el dios Júpiter que velaba por todas las deidades se enamoró de esta tierra verde y agreste de Galicia, Su esposa y hermana Juno, loca de celos, clavó su espada en la tierra formando una profunda herida y así se crearon los cañones del Sil. Júpiter enfurecido la castigó a vivir eternamente entre los cañones como rio.