VIÑA ALBERDI CRIANZA 2018

Viticultura:
100% elaborado a partir de la variedad de uva “Tempranillo” en las fincas Mayorita, El Bardal y El Rebollar en Rodezno y Alto del Rey en Labastida. En estas fincas, los viñedos son plantados a una altitud de 500-600 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud proporciona una combinación única de temperaturas diurnas y nocturnas, que es esencial para la calidad de la uva Tempranillo.
Los viñedos de La Rioja Alta S.A son antiguos, con más de 40 años de plantados, lo que significa que las raíces de las plantas son profundas y han alcanzado el equilibrio con el suelo. Esto ayuda a la planta a extraer nutrientes y agua del suelo, lo que se traduce en una uva más concentrada y compleja.
La gestión del suelo es esencial para el cultivo de la uva Tempranillo en estas fincas. Se lleva a cabo una selección cuidadosa de los suelos que se utilizan, y se aplican técnicas de riego y poda para garantizar que las uvas alcancen la madurez óptima.
Además, La Rioja Alta S.A practica una viticultura tradicional y sostenible en sus fincas, lo que significa que se utiliza una gestión integrada de plagas y enfermedades y se minimiza el uso de productos químicos en el viñedo. Esto asegura que se produzcan uvas saludables y de alta calidad, mientras se preserva el medio ambiente.
Elaboración:
La elaboración comienza con una vendimia manual realizada con una selección de los racimos en el campo. Después de seleccionar los mejores racimos, las uvas se transportan refrigeradas en cajas de 300 kilogramos hasta la bodega para mantener toda su integridad.
Una vez que llegan a la bodega, se les aplica el modelo bordelés de despalillado, estrujado y encubado en depósitos para comenzar la fermentación alcohólica. Durante este proceso, el mosto se convierte en vino gracias a la acción de las levaduras presentes en las uvas. Posteriormente, las uvas pasan a los depósitos donde completan la fermentación maloláctica de manera natural.
Envejecimiento:
El Viña Alberdi Crianza 2018 envejece durante 24 meses en barricas de roble americano de fabricación propia. Las barricas nuevas se utilizan en el primer año de crianza y las barricas de cuatro usos se utilizan en el segundo año. El roble americano se caracteriza por aportar sabores y aromas de vainilla, coco y especias dulces al vino, lo que puede complementar bien las características de la uva utilizada para elaborar el vino.
Durante la crianza, se realizan cuatro trasiegas tradicionales de barrica a barrica, lo que implica transferir el vino de una barrica a otra para separar los posos producidos durante la crianza. Este proceso ayuda a clarificar y estabilizar el vino, eliminando cualquier impureza y mejorando su textura y sabor.
Después de la crianza, el vino se embotella en marzo de 2021, lo que le permite al vino seguir madurando y desarrollando sabores y aromas.
Añada:
Las abundantes precipitaciones durante el invierno y la primavera permitieron una excelente situación en el viñedo durante los primeros meses del ciclo. Esto significa que las plantas de vid recibieron suficiente agua para su crecimiento y desarrollo óptimo, lo que fue muy beneficioso para la producción de uvas de alta calidad.
Durante el período de maduración, las condiciones climáticas fueron favorables y se registraron adecuados parámetros cualitativos, permitiendo una correcta maduración de las uvas, que alcanzaron el nivel de azúcar, acidez y taninos adecuado para producir vinos de alta calidad.
Las bodegas de La Rioja Alta S.A. destacaron por la gran selección de uvas en el viñedo y en la bodega. Esto significa que se tomó especial atención a la calidad de la uva y se seleccionaron solo las mejores para la producción de vino. El resultado se tradujo en vinos de una graduación inferior a la de los años anteriores, en tintos que se caracterizan por su finura, con colores intensos y vivos y armoniosos en la boca.
Clima:
La región de la Rioja Alta se ve afectada por un clima continental, donde además, los viñedos están más expuestos a condiciones atlánticas, lo que significa que el clima es más lluvioso y la regulación de las temperaturas es mayor, con inviernos más fríos y veranos con calor moderado.
La temperatura es uno de los factores más importantes que afecta directamente a todos los periodos de su ciclo vegetativo, y es determinante en la calidad final del vino. En la Rioja Alta, en la zona de Haro, la media anual de temperatura es de alrededor de 12°C, lo que es ideal para el cultivo de la uva tempranillo. Esta variedad necesita de un clima moderado, ya que si hace demasiado calor se puede producir una maduración excesiva y una pérdida de acidez en las uvas.
También es importante destacar que en la Rioja Alta las nieblas y las nubes pueden ser un impedimento para que la superficie de las hojas reciba la cantidad de insolación suficiente y completar así el ciclo vegetativo del cultivo de vid. Por lo tanto, el número de horas de sol al año es menor en comparación con otras regiones vinícolas, pero esto no implica que los vinos sean de menor calidad. De hecho, el clima único de la Rioja Alta y la combinación de los factores climáticos y de los suelos específicos, permiten producir vinos de gran calidad y personalidad.
Suelos:
Los viñedos se encuentran plantados en terrenos arcillo-calcáreos desde hace más de 40 años, lo que les da una riqueza en caliza y una gran permeabilidad. Estos suelos son difíciles de regar y mecanizar, pero son ideales para el cultivo de la variedad de uva tempranillo. Este tipo de suelo pobre, es precisamente el que mejor les viene a las cepas, lo que hace que produzcan uvas de alta calidad que resultan en vinos de gran elegancia y estabilidad.
Debido a la calidad de sus suelos, esta bodega produce vinos muy aromáticos y de gran carácter, que son perfectos para envejecer y así obtener vinos de mayor complejidad y armonía.
Propiedades:
Vol. alcohol: 14,5%
Azúcar residual: 1,9 g/l
Acidez volátil: 0,74 g/l
Acidez Total: 5,00 g/l
Descripción del vino:
A la vista, este vino presenta una capa media alta y un brillo intenso que lo hacen muy atractivo en la copa. Su color rubí con tonos de cereza picota en el borde de la copa, sugiere juventud y frescura.
En nariz, la intensidad aromática es alta y envolvente, con notas predominantes de frutas rojas como fresas, frambuesas, grosellas y cerezas. Estas se combinan armoniosamente con elegantes notas de vainilla, tofe, crema de café, canela, pan brioche y avellana, lo que aporta complejidad y elegancia al conjunto.
En boca, el equilibrio entre la acidez y el alcohol es excelente y se perciben unos taninos suaves, dulces y redondos que dan como resultado una agradable sensación final. En el retrogusto aparecen notas especiadas dulces, confituras de frutas, chocolate mentolado, caramelo y cafés, lo que aporta un final largo y complejo que invita a seguir degustando este vino.
Elaborador:
La Rioja Alta, S.A. es una de las bodegas más prestigiosas y reconocidas de España, con una larga historia y tradición en la elaboración de vinos de Rioja de alta calidad. Fue fundada en 1890 en Haro, La Rioja, por cinco familias vitivinícolas locales que decidieron unir fuerzas para crear una empresa conjunta de elaboración y crianza de vinos de Rioja. Estas familias fueron Ardanza, Ansón, Artacho, Eguizábal y Lecea, y sus nombres siguen estando presentes en algunos de los vinos más emblemáticos de la bodega.
Desde su fundación, La Rioja Alta, S.A. ha sido administrada por las familias fundadoras, aunque ha habido algunos cambios en la propiedad a lo largo de los años. Actualmente, la bodega está en manos de la familia Ardanza y la familia Álvarez, quienes han llevado a la empresa a la cima del sector vitivinícola español y mundial.
Entre las curiosidades de la bodega, destaca su edificio principal, que fue construido en 1910 en estilo francés y es considerado uno de los más bellos de la región. También es interesante la cava de crianza subterránea, que cuenta con más de 6.000 barricas de roble americano y francés y tiene una capacidad de más de 10 millones de botellas.
Cabe señalar que La Rioja Alta, S.A. ha recibido numerosos galardones a lo largo de su historia por la calidad de sus vinos. Entre los más destacados se encuentran la medalla de oro en la Exposición Universal de Barcelona de 1929, la distinción como Mejor Bodega del Año 2018 por la Guía Peñín y la selección de su vino Gran Reserva 890 como el Mejor Vino del Año en la Guía de Vinos de Rioja 2020.
Puntuaciones:
Puntos Parker 92
Puntos Peñin 92
Puntos Atkin 92
Puntos Suckling 93