HEREDAD CANDELA 2019

Viticultura:
La viticultura sostenible practicada por las Bodegas Barahonda en sus viñedos se basa en el respeto por la naturaleza y la biodiversidad del ecosistema, mediante el uso de técnicas de cultivo tradicionales, como la poda en verde, el laboreo superficial del suelo y el uso limitado de productos químicos. Además, la bodega cuenta con paneles solares para generar energía renovable y reducir su impacto ambiental. Dichos viñedos se sitúan en una zona de transición entre la meseta y el Mediterráneo, en el nordeste de la Región de Murcia, en la comarca del Altiplano, los viñedos se dividen en dos zonas diferentes: campo abajo, zona sur de Yecla, y campo arriba, zona norte de Yecla, con altitudes que van desde los 700 metros hasta los 950 metros en algunas zonas de montaña. Esta ubicación única permite cultivar variedades autóctonas como la Monastrell, una variedad que difícilmente se adapta a otras zonas en el mundo que no sea la Región de Murcia.
En estos viñedos, que cuentan con más de 60 años y con producciones de menos de 800 gramos por cepa, la uva Monastrell es cultivada en secano, donde expresa todo su potencial y personalidad que la hacen diferente al resto del mundo.
Elaboración:
Después de la selección cuidadosa de las uvas, el proceso de elaboración del vino Heredad Candela Monastrell 2019 continúa en pequeños depósitos de acero inoxidable con remontados en abierto. Durante un periodo de 15 días a una temperatura controlada de entre 20 y 25 °C, se lleva a cabo la vinificación para lograr la extracción óptima de los compuestos aromáticos y colorantes presentes en la piel y pepitas de la uva.
Una vez finalizada la fermentación alcohólica y la maceración, el vino se traslada a barricas para que realice la fermentación maloláctica. Esta segunda fermentación se lleva a cabo para suavizar los taninos y añadir textura y complejidad al vino, lo que ayuda a lograr un vino elegante y equilibrado en sabor y aroma.
Envejecimiento:
El proceso de envejecimiento de Heredad Candela Monastrell 2019 comienza con una crianza de 12 meses en barricas de roble francés de 500 litros. Durante este período, el vino se somete a un proceso de microoxigenación y evolución en el que se equilibran los componentes del vino, aportando matices y complejidad al mismo. La elección del roble francés para la crianza se debe a su porosidad, que permite una lenta oxigenación del vino y una mayor integración de los taninos. Durante la crianza, el vino también se somete a un proceso de batonnage, es decir, el movimiento periódico de las lías (restos de levaduras y otras partículas) dentro de las barricas, lo que le aporta cremosidad y mayor volumen en boca.
Añada:
La añada de 2019 en Yecla fue en general muy buena para la uva Monastrell. El invierno fue moderadamente frío y lluvioso, lo que favoreció una buena brotación y un buen desarrollo vegetativo de las vides. La primavera fue algo fresca y húmeda, lo que ralentizó un poco el crecimiento de la planta y provocó una floración y cuajado algo desigual.
Sin embargo, el verano fue muy seco y caluroso, lo que favoreció una maduración lenta y gradual de la uva, permitiendo una buena acumulación de azúcares y una adecuada madurez fenólica. Además, la ausencia de lluvias durante la vendimia permitió realizar una recolección en las mejores condiciones sanitarias.
En las Bodegas Barahonda, la cosecha de la uva Monastrell se realizó de forma manual hacia finales de septiembre, cuando se alcanzó la madurez óptima.
Clima:
La bodega Barahonda de Yecla se encuentra en una región de España con un clima distintivo, que se caracteriza por ser continental con influencias mediterráneas. Esto significa que la región experimenta grandes oscilaciones térmicas y una escasa pluviometría, lo que es diferente a la climatología predominante en el resto de la región.
Los inviernos en la región son fríos, con temperaturas que pueden descender hasta los 6 grados bajo cero. En contraste, los veranos son muy calurosos, con temperaturas que pueden superar los 40 grados positivos. Esta amplitud térmica tan pronunciada es un factor clave en el desarrollo de la vid, ya que ayuda a la maduración lenta de las uvas y a obtener una mayor concentración de componentes beneficiosos. Además, la escasa pluviometría en la región significa que los viñedos de Barahonda están expuestos a un estrés hídrico moderado. Esto hace que las raíces de las vides se profundicen en busca de agua y nutrientes, lo que a su vez contribuye a la complejidad y la intensidad de los vinos.
Suelos:
La combinación de profundidad y rocas calizas en los suelos de los viñedos proporcionan un excelente drenaje natural que ayuda a mantener un equilibrio hídrico óptimo en la vid. Además, los suelos pobres en materia orgánica, lo que obliga a las vides a profundizar en busca de nutrientes y a desarrollar raíces más fuertes y resistentes, lo que se traduce en uvas de mayor calidad. Estos suelos permiten un control de la producción de uvas ya que, al ser poco fértiles, la vid produce una cantidad limitada de frutos que tienen una mayor concentración de sabor y aroma.
Propiedades:
Vol. alcohol: 15%
Azúcar residual: gr/l
Descripción del vino:
A la vista presenta presenta un intenso color rojo cereza con reflejos violetas en copa.
En nariz, destacan las notas de frutos rojos, como cerezas y moras, que se mezclan con delicadas notas especiadas y tostados sutiles.
En boca, se aprecia un vino de carácter grato y elegante, con una frescura notable y taninos equilibrados y bien integrados. La persistencia en boca es buena, larga y expresiva, con notas frutales y especiadas que se combinan en perfecta armonía.
Elaborador:
La bodega Barahonda es una de las bodegas más reconocidas y respetadas de la región vinícola de Yecla en España.
La bodega fue fundada en 1925 por la familia Candela, que ha estado produciendo vino en la región durante más de cuatro generaciones. En la actualidad, la bodega está administrada por la familia Candela y la familia López Montero, quienes han trabajado juntos para expandir la bodega y mejorar la calidad de sus vinos.
Una curiosidad interesante de la bodega es que su nombre, «Barahonda», proviene de la palabra árabe «baranda», que significa «lugar donde se construyen vallas». Esto se debe a que la bodega se encuentra en un lugar donde solía haber un corral de cabras, y las vallas que se construyeron para mantener a las cabras en la propiedad.
La bodega se ha ganado muchos premios y reconocimientos a lo largo de los años por la calidad de sus vinos. Uno de los más destacados es el premio «Bodega del Año» que recibieron en el certamen de la Guía Peñín en 2017. También han recibido numerosas medallas de oro en concursos nacionales e internacionales de vino, incluyendo el Concurso Internacional de Vinos Bacchus y el Concurso Internacional de Vinos de Lyon.
Los vinos que produce la bodega, destacan por su gran calidad y sabor excepcional. Son la prueba de la dedicación y pasión de esta bodega por producir vinos excepcionales.