ALCEÑO SELECCION 2018

Viticultura:
Alceño practica una viticultura convencional y en este vino en concreto lo hace con viñedos de pie franco cultivados en vaso de dos parcelas seleccionadas, El Llano ubicada en una meseta entre las montañas denominadas las hermanas, la de Hellín y la de Jumilla a unos 750m. de altitud, con 55 años de edad con rendimientos de 1.500/1700 Kilos por hectárea, la otra parcela está situada en la Hoya de la Carrasca a 650m de 60 años de edad y con rendimientos de 1.800-1900 K/ha
Elaboración:
Las uvas se vendimian manualmente, seleccionando las uvas sanas y bien maduras.
Elaborado en depósitos de cemento fabricados en los años 50, modernizándolos con instalación para su refrigeración automática.
Al encubado de la uva se procede al enfriando en el depósito a 10º, este proceso llamado criomaceración se desarrolla durante tres días y da paso a la fermentación alcohólica que durante los primeros días se forman los aromas afrutados del vino y el centro de la fermentación se controla a 20º. Al final de la fermentación se les deja subir la temperatura, para favorecer la extracción de los polifenoles, sin que pase de 27ºC. Todo este proceso se realiza durante 16 días, durante este tiempo, se realiza 1 delestage diario los primeros 7 días después de la criomaceración y el resto de días se realiza unos remontados cortos, con estos procesos favorecemos la extracción de los polifenoles (conjunto de taninos y antocianos, que le dan la estructura al vino) y se procede al prensado, mediante prensa neumática, adicionando al vino flor hasta 1.5 kilos de presión.
Envejecimiento:
Después del prensado pasa a barricas de 300L de roble americano nuevas, en donde se desarrollará la fermentación maloláctica, después se trasiega a barricas de 225, 300 y 500L de segundo vino.
Durante 12 meses es el total del tiempo, que permanece en las barricas y seleccionan las mejores. Posteriormente pasa a depósitos de hormigón en donde se clarifica con corteza de levadura, lo que lo hace apto para veganos.
Clima:
Continental con influencia mediterránea, contraste entre día y noche que hace que maduran más lentamente ganando en polifenoles que le darán al vino los aromas primarios de fruta, de flores, de balsámicos.
Suelos:
Suelos pedregosos que reflejan en los vinos algo de terroso, uva madura, influenciados por el calentamiento de estos cantos rodados y los calizos que le aportan al vino las notas elegantes y mayor finura.
Propiedades:
Vol. Alcohol: 14,0%.
Acidez total: 5,5g/l.
Azúcar residual: 3g/l.
Descripción del vino:
A la vista presenta un color entre violeta y granate, de capa alta. En nariz aparecen sensaciones de fruta fresca roja como frambuesa, cereza y de intensidad de flores con el recuerdo del monte mediterráneo, y especias como vainilla y clavo. Te llega también un toque dulzón de fruta madura negra pero no evolucionada, y un fondo terciario. Ciruela negra, toques dulzones de la crianza en la madera, caramelo, tofe, hoja de grosella. En boca es largo, disfrutando esa fruta que encontramos en nariz, te acaricia desde el primer trago.
Elaborador:
Tras la crisis mundial por el ataque de la filoxera, en 1870, Roque Martínez funda con otros dos socios la primera bodega.
Fue la primera bodega que en ese año comienza a comercializar vinos en Jumilla por lo que históricamente tiene un gran valor.
En 1929 sus mistelas fueron Gran Premio en la Exposición Universal de Barcelona.
Su hijo Pedro Luis Martínez, convierte el negocio en próspero en la mitad del siglo XX en solitario. Consiguió vinos de calidad, hasta hoy es referente en solvencia empresarial y honradez comercial.
En el 2011 es adquirida por la familia Bastida que tiene en propiedad bodegas en varias denominaciones de origen desde 1870 y varias generaciones dedicadas exclusivamente al mundo del vino, trabaja con mucha ilusión este proyecto y mantiene la misma filosofía de la bodega, pero aportando aires nuevos y adaptando los vinos al consumidor, buscando siempre la calidad desde las parcelas, los parajes. Trabajan mano a mano con los agricultores entre otras cosas para que el viñedo perviva.
Investigan tecnologías punteras, pero jamás sin perder de vista de dónde vienen preservando el carácter artesanal sin perder personalidad y tradición.
Realizando la maceración y la fermentación para que el terroir se exprese tal cual es.
Actualmente es una de las pocas que se conserva la bodega antigua y está ubicada en el centro de Jumilla.
Puntuaciones:
Peñín 88 puntos.