BRUMA MANDILES 2023

Viticultura:
La viña de la que procede este vino está ubicada a unos 600 metros de altitud en el paraje de Mandiles, en la zona más septentrional del municipio de Jumilla. El viñedo, cultivado en vaso y en secano, tiene una edad media superior a los 35 años. El manejo agronómico es completamente ecológico, sin herbicidas ni tratamientos de síntesis, y con un cultivo respetuoso basado en prácticas tradicionales. La uva se vendimia a mano y se transporta en cajas pequeñas para preservar su integridad.
Elaboración:
La vinificación se lleva a cabo de forma artesanal, buscando respetar al máximo la identidad de la parcela. La fermentación se realiza con levaduras autóctonas en depósitos de acero inoxidable y parte en hormigón, con ligeras bazuqueos manuales. La maceración es corta, buscando una extracción suave, que preserve el perfil frutal y evite excesiva estructura. Tras la fermentación maloláctica, el vino se afina en depósito y luego en botella, sin uso de barrica, para preservar la pureza varietal y el carácter del suelo.
Envejecimiento:
Crianza en botella durante varios meses antes de su comercialización. No se utiliza madera.
Añada:
La campaña 2023 fue seca y cálida, con una primavera ligeramente lluviosa que permitió un buen desarrollo vegetativo. Las altas temperaturas del verano, junto a una vendimia temprana y equilibrada, propiciaron vinos concentrados, con gran fruta y notable frescura. Una añada muy adecuada para expresar el carácter puro del Monastrell.
Clima:
Mediterráneo seco, con escasa pluviometría y gran amplitud térmica entre el día y la noche, lo que favorece una maduración pausada y la conservación de la acidez.
Suelos:
La parcela Mandiles está compuesta por suelos franco-arenosos, con buena profundidad y excelente drenaje. Su textura ligera permite un crecimiento radicular profundo, favoreciendo la concentración en el grano y una expresión directa del terruño.
Propiedades:
• Vol. Alcohol: 14,5%
Descripción del vino:
A la vista, se muestra con un color rojo cereza brillante, de capa media y ribete violáceo. En nariz destaca por su franqueza y frescura, con notas de cereza, arándanos, higos frescos y un fondo de monte bajo. No hay intervención de madera, lo que permite que la fruta se exprese de forma limpia y vibrante, acompañada de un leve toque mineral y balsámico. En boca es ligero pero persistente, con una textura sedosa, tanino fino y una acidez muy bien integrada. El final es largo, con recuerdos de fruta roja y suelo seco, evocando la esencia del paraje del que procede.
Elaborador:
Bruma del Estrecho de Marín es un proyecto vitivinícola centrado en la recuperación y valorización de los mejores viñedos del norte de Jumilla, con una filosofía basada en el respeto por la parcela, el paisaje y la expresión varietal sin maquillajes. La enóloga Isabel Galindo lidera este proyecto con sensibilidad, técnica y una clara voluntad de mostrar la riqueza oculta del Monastrell desde una mirada contemporánea, fresca y auténtica.