TOCANDO EL SUELO 2021

Viticultura:
La parcela “La Vieja Encina” se encuentra en el término municipal de Yecla. Son 3.599 cepas plantadas en el año 1962, cultivadas vaso y en estricto secano aplicando técnicas de agricultura tradicional basadas en la mínima intervención y el respeto al medio ambiente.
Elaboración:
La vendimia se realizó en un solo día a mano y en cajas de 12 Kg. La última semana de septiembre, también se vinifica todo el mismo día, haciendo selección previamente tanto en viña como en mesa despalillándolo casi en su totalidad (sólo se deja un 5% de raspón).
La fermentación se realiza en palos individuales de 600 kilos durante 10 días con 2 remontados y bazuqueos diarios para aumentar la intensidad de los aromas y los matices de color con levaduras autóctonas.
Una vez terminada la fermentación alcohólica se hace la fermentación maloláctica en barrica de roble francés de 225 y 500 litros, durando este proceso 5 semanas, transcurrido este tiempo se le realiza un trasiego y dejando el vino allí para su afinamiento.
Envejecimiento:
Este vino se afina en esa misma barrica de 500 y de 225 Litros durante 12 meses como mínimo.
Clima:
El clima mediterráneo con influencia continental se caracteriza por veranos cálidos y secos, así como inviernos moderadamente suaves. Esta combinación de condiciones climáticas afecta significativamente al cultivo de la vid y, por ende, al vino producido en la región.
Durante los veranos cálidos y secos, las uvas tienden a madurar de manera óptima, lo que promueve la acumulación de azúcares y el desarrollo de sabores concentrados en los racimos. Esto puede resultar en vinos con un mayor contenido de alcohol y una mayor intensidad de sabor.
Por otro lado, los inviernos moderadamente suaves ayudan a evitar las heladas que podrían dañar las vides, lo que proporciona una mayor consistencia en la producción de uvas y, por ende, de vino.
La influencia continental puede aportar variaciones más marcadas de temperatura entre el día y la noche, lo que puede ser beneficioso para la vid, ya que contribuye a mantener la acidez en las uvas, lo cual es esencial para la frescura y el equilibrio del vino.
Suelos:
Los suelos predominantes en la región son calizos y dolomitas con taucasías, caracterizados por su composición carbonatada. Estos suelos proporcionan un entorno propicio para el cultivo de la vid, ofreciendo un drenaje eficiente y una buena retención de nutrientes. Además, entre las capas de suelo carbonatado se encuentran también áreas con presencia de arenas y arcillas, lo que añade diversidad y complejidad al terreno. Esta variedad de suelos contribuye a la diversidad de sabores y características que pueden desarrollar las uvas, influyendo así en la expresión final del vino.
Propiedades:
Vol. Alcohol: 14,0%.
Descripción del vino:
El vino se presenta con un color rojo picota de capa media al ser servido en copa.
En nariz, se perciben aromas de fruta negra madura, complementados por notas de regaliz y especias.
En boca, destaca una buena acidez y taninos dulces, ofreciendo un trago amable con estructura, intensidad y longitud satisfactorias.
Elaborador:
En el año 2015, el proyecto 5 Hormigas, se enamoró de una parcela de más de 60 años en el corazón de Yecla. Los primeros años los centraron en la viticultura para recuperar esa viña, haciendo prueba de vinificaciones hasta estar seguros en encontrar lo que estaban buscando: que se expresase de la mejor forma posible la Monastrell.
En 2018 crean la marca, se constituyen en empresa y se lanzan a su primer proyecto “Tocando el Suelo” con sólo 605 botellas distribuidas entre amigos de la hostelería. En 2019 crecen un poco más y hay una tirada más amplia elaborando 900 litros.
La etiqueta es particular y tiene su historia. Dos hormigas que transportan una uva que realizaron ellos en la misma parcela, y dándole el valor del trabajo en equipo, la organización, etc. Son 5 Hormigas porque son 5 amigos, 5 socios.
Producción:
4.006 botellas de 75cl.
180 botellas de 1,5L.