EL GRIFO MALVASIA VOLCANICA 2021

Viticultura:
El Grifo debe de hacer esfuerzos extra para poder tener un viñedo que proporcione uva para vinos de calidad, así como los productores con los que trabajan, debido a su latitud, climatología y pluviomatría. La producción es muy escasa, sólo 2.000kg/ha.
Todas las labores se realizan a mano debido al complejo acceso de máquinas y la recolección se realiza con cajas de 20kg.
Elaboración:
Al llegar la uva a la bodega se le reduce la temperatura en cámara, se micro-oxigena el mosto para eliminar los taninos y evitar que aparezcan oxidaciones futuras, y mantienen la turbidez predeterminada para su fermentación a 16ºC.
Envejecimiento:
El vino esperará aproximadamente un año en depósitos de acero inoxidable sobre sus lías.
Clima:
Es una zona difícil para el cultivo de la vid ya que nos se aprecian cambios climáticos muy drásticos donde los ciclos de la vid sean adecuados además de unos niveles de lluvia que nos suelen superar los 150L/año.
Propiedades:
Vol. alcohol: 12,8%
Acidez: 6,5gr/L
Azúcar Residual: <2gr/L
Descripción del vino:
El vino tiene un color amarillo pálido con aristas verdosas, limpio y brillante. En nariz domina el carácter varietal con aromas florales a azahar o jazmín, que evoluciona hacia fruta de hueso. En boca es complejo, fresco, vivaz pero a la vez es armónico, voluminoso y con largo final.
Elaborador:
Bodegas El Grifo es la bodega más antigua que se conoce de Canarias y de las diez a nivel nacional.
El lagar data de 1775 y fue construido por D. Antonio de Torres Ribera. El Grifo fue una de sus propiedades.
Antonio fue ampliando viñedos y ampliando las construcciones dedicadas a la producción del vino.
A la muerte de este, legó las posesiones a un sobrino a condición de que continuase con su legado, pero un problema de sucesiones le obligó a venderlo todo a la familia De Castro entre 1817 y 1824.
Ginés de Castro y Álvarez, Coronel de Milicias y dos veces alcalde de Arrecife, dirigió la bodega hasta su muerte en 1833. La herencia pasaría a repartirse entre las dos hermanas que tenía, Antonia y Rosalía De Castro y Álvarez. El hijo de la primera vendió su parte a la familia propietaria actual, al heredar, los herederos de la segunda hermana, lo fueron haciendo poco a poco.
La finca la fue comprando por partes Manuel García Durán a los herederos De Castro durante la década que transcurre desde 1870 a 1880.
La familia actual la posee desde 1880 en cinco generaciones, contando con la de Gonzalo García Durán, padre de Manuel García Durán, tatarabuelo y bisabuelo, respectivamente, de los actuales propietarios. Éstos construyeron la bodega actual junto a las edificaciones antiguas, que se han preservado como Museo.