DON PX 2017 VINO DULCE DE PASAS

Viticultura:
El cultivo de la vid comienza con la tradicional poda «a la ciega» de Montilla-Moriles, que equilibra el vigor y la producción, garantizando la calidad de la cosecha y la longevidad del viñedo. La pasificación de las uvas se realiza mediante el método de asoleo, aprovechando las pequeñas tierras de la zona de Montalbán. La vendimia se lleva a cabo en dos pases, seleccionando cuidadosamente las uvas en el punto óptimo de madurez.
Elaboración:
Durante la elaboración se añade un 2% de alcohol hasta alcanzar un 17% de volumen. Este proceso de pasificación y fortificación contribuye a la concentración de azúcares y al desarrollo de los sabores característicos de este vino dulce de pasas.
Añada:
La añada de 2017 se destacó por un clima cálido y seco. Las temperaturas medias superaron la media histórica, especialmente durante los veranos calurosos. La sequía fue un factor importante, con precipitaciones por debajo de la media, lo cual favoreció la sanidad y calidad de la uva al controlar de forma natural las enfermedades fúngicas. Estas condiciones adversas contribuyeron a la singularidad de esta añada en particular.
Clima:
Situada entre 300 y 600 metros sobre el nivel del mar, goza de un clima mediterráneo con influencia continental. Los largos veranos cálidos y secos, junto con inviernos cortos y moderados, proporcionan un entorno ideal para el cultivo de la vid. El número de horas de sol efectivo, que a menudo supera las 2.800 horas anuales, permite la obtención de vinos de alta graduación alcohólica de forma natural.
Suelos:
Los suelos predominantes en la zona de Montilla-Moriles son de albariza, una tierra caliza blanca rica en carbonato cálcico, arcilla y sílice. Este suelo refleja la luz solar, contribuyendo a la madurez de las uvas y a su graduación alcohólica. Además, su alta capacidad de retención de humedad ayuda a las vides a sobrellevar los periodos de sequía estival.
Propiedades:
Vol. alc.: 17%
Descripción del vino:
A la vista, presenta un atractivo color ámbar con ribetes cobrizos, transmitiendo calidez y madurez.
En nariz, este vino dulce de pasas despliega una intensidad media con marcados aromas a pasas, higos y miel. Se percibe un fondo licoroso que evoca un toque de caramelo, mientras que el frescor vegetal del raspón aporta una nota refrescante y equilibrada.
En boca, se revela dulce y sedoso, con una moderada acidez que aporta equilibrio. Destaca un amargor vegetal final que contrarresta el dulzor, enriqueciendo el paladar con una amplia gama de sensaciones y prolongando el disfrute.
Elaborador:
La historia de Bodegas Toro Albalá se remonta a 1844, cuando la familia fundó una pequeña bodega en un antiguo molino conocido como La Noria, en la falda del Castillo de Aguilar de la Frontera. En 1922, José María Toro Albalá adquirió y restauró la antigua central eléctrica del pueblo, trasladando la bodega y creando una filosofía de envejecimiento prolongado de vinos.
En busca de diferenciación y expresión de su personalidad, Antonio Sánchez impulsó la bodega en los años sesenta, apostando por el sistema de añadas y creando vinos inconfundibles. Hoy en día, Bodegas Toro Albalá se encuentra entre las 100 Bodegas de Oro españolas y sus vinos son reconocidos internacionalmente.
La bodega se encuentra en la DOP Montilla-Moriles y cuenta con una de las mayores naves de crianza de vinos de añadas viejas y vinagre tradicional en España. Las condiciones naturales de la región influyen en la calidad de las materias primas utilizadas, permitiendo la creación de vinagres excepcionales y vinos de reconocido prestigio. Las pequeñas parcelas seleccionadas en las zonas de calidad superior, como la Sierra de Montilla y Moriles Altos, son fundamentales para la producción de finos, amontillados y Pedro Ximénez dulce (Don PX).
Producción:
88.000 botellas