ALTO DE INAZARES BLANCO DE BLANCAS 2021

Viticultura:
Son los viñedos de Las Perreras (Viognier), El Altico (Chardonnay), El Roal (Gewürztraminer y Sauvignon blanc) y El Corral (Riesling). Están cultivados de manera ecológica en espaldera, con cordón simple royat. Ubicados a una altitud de 1.373 metros sobre el nivel del mar y plantados en el año 2011.
Elaboración:
Se elabora con un enfoque en la calidad sobre la cantidad. Las uvas son cosechadas a mano en cajas de 12 kilogramos los días 14 y 15 de septiembre de 2021. Tras despalillar y estrujar ligeramente las uvas, se realiza una maceración pelicular durante 6 horas. Luego, se lleva a cabo un desfangado natural por sedimentación durante 24 horas para clarificar el mosto. La fermentación alcohólica se realiza con levadura neutra a 16°C. Este proceso cuidadoso da como resultado un vino expresivo y de alta calidad.
Envejecimiento:
El vino «Alto Inazares Blanco Blancas 2021» experimenta un envejecimiento específico que consiste en una crianza en depósito de acero inoxidable sobre lías finas durante 6 meses.
Durante este proceso de envejecimiento, el vino se mantiene en depósitos de acero inoxidable en contacto con las lías finas, que son las levaduras muertas y otros sedimentos que se depositan en el fondo del recipiente. Esta crianza sobre lías finas proporciona al vino una mayor complejidad y textura, así como también contribuye a desarrollar aromas y sabores característicos.
El período de 6 meses permite que el vino se beneficie plenamente de las interacciones con las lías, lo que resulta en una mayor suavidad y redondez en boca, así como en una mayor expresión de los aromas frutales y florales del vino. Este proceso de envejecimiento contribuye a mejorar la calidad y el carácter del vino, ofreciendo una experiencia sensorial más completa y satisfactoria para el consumidor.
Clima:
El clima desempeña un papel fundamental en la producción de vino en la región de Murcia, donde se encuentra la bodega Alto Inazares. Esta región se caracteriza por un clima mediterráneo con influencia continental, lo que significa que los veranos son calurosos y secos, mientras que los inviernos son moderadamente suaves.
La combinación de estas condiciones climáticas afecta al desarrollo de la vid de varias maneras. Por un lado, los veranos cálidos y secos contribuyen a una maduración adecuada de las uvas, promoviendo la acumulación de azúcares y el desarrollo de sabores intensos en los racimos. Por otro lado, los inviernos moderados evitan las heladas extremas que podrían dañar las vides, permitiendo así una producción más consistente.
Además, la altitud del viñedo, que se encuentra en un entorno montañoso, puede influir en el clima local al proporcionar variaciones de temperatura y niveles de exposición solar, lo que puede añadir complejidad al vino final.
Suelos:
El viñedo está ubicado en un entorno montañoso a una altitud considerable, lo que proporciona un clima favorable para el cultivo de la vid.
El suelo de la zona se caracteriza por ser pedregoso y calcáreo, lo que influye significativamente en las características del vino producido. Este tipo de suelo permite un drenaje eficiente del agua y limita la producción de la vid, lo que conduce a la obtención de uvas de alta calidad con concentración de sabores.
La influencia del suelo pedregoso y calcáreo se refleja en el vino «Alto Inazares Blanco Blancas 2021» mediante una mayor expresión de la mineralidad en el perfil aromático y gustativo del vino. Además, contribuye a la estructura y complejidad del vino, añadiendo matices distintivos que lo hacen único y característico de su terroir.
Propiedades:
Vol. Alcohol 13,5%.
Descripción del vino:
Presenta un color pajizo brillante.
En nariz, posee una gran complejidad aromática, con notas frutales que van desde la pepita, los cítricos y los tropicales, hasta tonos florales y herbales.
En boca, se destaca por su frescura, carnosidad y persistencia.
Elaborador:
Bodega Alto de Inazares tiene su origen en un enclave a 1.373 metros de altitud, en las estribaciones de la Cordillera Subbética, al noroeste de la Región de Murcia. Este proyecto surge de la pasión de dos cuñados y sus esposas.
Inazares, un caserío con influencia bereber desde la época de la Reconquista, fue el punto de partida para José Andrés Prieto y Ángela Pino, quienes buscaban un retiro espiritual en 2006. Fue entonces cuando José Andrés se adentró en el mundo del vino, sin conocimientos previos, buscando asesoramiento en Vinitech Burdeos.
Tras siete años de esfuerzo plantando y replantando, se incorpora al proyecto la enóloga María José Fernández Llamas. En los últimos años, se ha construido una bodega modular, siguiendo una filosofía de mínima intervención y sostenibilidad, utilizando contenedores marítimos reciclados revestidos con corteza de pino Laricio.
La tipicidad de las variedades de uva se ve influenciada por el suelo, las condiciones del entorno y el clima extremo. Las levaduras salvajes del entorno, con un rico ecosistema de bosque mediterráneo y plantas aromáticas, contribuyen a la singularidad del vino. El viñedo, sometido a estrés por la pobreza del suelo, la densidad de plantas y una poda corta, produce racimos pequeños que transmiten mineralidad y tipicidad al vino.
Puntuaciones:
Peñín 90 puntos.
Producción:
1.298 botellas.